Como el sueño que se aleja
mientras llega la mañana,
como el aire en la montaña
mientras cesa el mar su eco,
como el dulce de los besos,
que al salir el Sol se marchan.
Más la búsqueda de un sueño
cuando llega la mañana
es la paz en la montaña
cuando vuelve al mar el eco
y el placer de aquellos besos
que al ocaso lo empalagan.
No sabemos pero vamos
a curar un sueño herido,
nunca oramos al olvido
de la paz que se ha cansado
y a los besos congelados
le ofrecemos nuestro nido.
Firme llega la esperanza
que se escapa del olvido
y se arrea al objetivo
de un terruño conquistado,
por el paso de los años
que por nada se ha vencido.
Matías Costantini Reschia.
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