y nada pude hacer para tenerte,
o pude hacer todo para tenerte,
pero el miedo me paralizó
y no pude con mis brazos sostenerte.
Miro mi transitado pasado
y el miedo de tu amor ronda
sin hacer ninguna parada.
Miro mi tanguero pasado
y el miedo de tus besos flotan
colgado de algún sueño traspapelado.
Observo mi endeble pasado
y mis miedos siguen buceando
en tu clara y sugestiva mirada.
El miedo… El miedo…
Está, existe, y se percibe.
Es muy colosal, tan temible
que está escrito en esta poesía…
Tan grande que ni siquiera pude nombrarte.
Patricio Fierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario