Todas las hojas cayeron
para hacerle una alfombra,
tantas como camelias,
tantas como sonrisas.
Jazmín de junio ya no reparte
consejos de viejo sabio.
Anda por una nube
distribuyendo sus diarios.
Dar, dar, dar, dar,
siempre la mano abierta
imprimiendo en la historia,
una pregunta, una respuesta.
Anda queriendo convencer
a Dios con poner una imprenta,
para llegar a la gente,
para encender una mecha
que ilumine los sentidos,
que acaricie las cabezas,
para comprender de una vez
las raíces verdaderas.
Dar, dar, dar, dar,
siempre la mano abierta
imprimiendo en la historia
una pregunta, una respuesta.
Este jazmín de Junio esta dedicado a una persona querida de nuestra ciudad: Don Tomás Jáuregui. Un individuo que batallaba con sus escritos, que su única arma era la pluma y su pensamiento.
Teresita Barcelo.
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