Sin palabras, solo el perdón

Nada puede ser tan verdad.

Pero fue así, tan así...

Como si el insensible aliento

de un Dios enfurecido y violento

se halla detenido en América.


Tierra colmadas de sangre y muertos,

patagonia vestida de largas tumbas

y un desierto que no era desierto


Proclamo al pueblo desaparecido

y a las culturas indígenas extinguidas.

Anunció el trueque de oro por muerte

que matizo de rojo el cielo inerte.


Quiero pedir perdón hermanos

después de 500 años de callar,

después de 500 años de ocultar,

violaciones, asesinatos y este genocidio.

“Este genocidio que no para de matar”.


Quiero pedir disculpas

estirpe de esta tierra

que por riquezas

y ambiciones penaron,

que por encrucijadas

y dogmas sucumbieron,

que ofrendaron su cuerpo

y a su cultura se comieron.



Patricio Fierro.


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