Abuela

Hoy quisiera yo expresarme
con la esencia de mi mente,

hoy quisiera hacer presente

a quien supo demostrarme

que el valiente es un gendarme

que se llena de laureles.


Fue mi Dios en esta tierra

fue mi abuela y fue mi madre

fue mi hermana, fue mi sangre

fue la voz del corazón

fue la voz de la razón;

que clamaba mis pesares.


Hoy la extraño mientras pienso

que me cuida por las noches

que se acerca sin reproches

a taparme si hace frío,

que me arropa su cariño

mientras ríe sin derroche.


Hoy abuela con tu ausencia

yo me siento un miserable

¡ay abuela que cobarde!

que me siento con tu ausencia,

hoy abuela en decadencia

me dejaste sin tus tardes.


Yo quisiera comentarles

¡qué especial era mi abuela!

que sencilla, que coqueta,

que modesta sin razón

qué feliz su corazón

nos quería con paciencia.


Nunca estaba deprimida

siempre lista a sonreír

siempre al margen, muy feliz

de que el mundo no girara,

tan querida, tan amada,

tan hermosa, tan así.


Fuerza nunca le faltaba

se llenaba de optimismo

y si cerca del abismo

la familia tambaleaba

fuiste tú la que con calma

la salvaste dando auxilio.


¿Cómo puedo yo de golpe

reemplazar tus alegrías?

Dime cómo abuela mía,

puedo yo calmar la pena

de quedarme sin la abuela

que de Sol llenó mis días.


Te recuerdo vigorosa

con la vida a flor de piel

te recuerdo yo muy bien

avocada a la cocina,

de tu nieto siempre encima

de mamá y papá también.


De otro hombre te ocupabas

por otro hombre vivías

pues él compartió tu vida,

él llenó tu corazón

tu viejo tu gran señor,

tu alma la luz del día.


Puras lágrimas resbalan

por mis ojos ya sin fuerza

¡puro llanto, qué tristeza!

¡pura angustia, qué dolor!

¿por qué le pregunto a Dios

se llevó a mi compañera?


Más te sufro y es normal

porque dueles pero pienso,

que no hubo sufrimiento

cuando un ángel con piedad

bajó del cielo a rezar

por ti que te estabas yendo.


No quisiera pero debo

terminarte de adorar

pronto, pronto volverán

mis poesías a tu encuentro,

mientras tanto yo prefiero

recordarte en soledad.


Ven abuela que te espero

en mis sueños por las noches

ven y andemos en el coche

que las nubes no pretenden

observarnos porque entienden

que los ángeles extrañan.


Abuela viví tranquila

que en el campo esperaré,

mientras tanto viviré

para así poder mostrarte

que tu nieto con su arte

te pudo enorgullecer.


Fuiste hija y fuiste madre,

fuiste abuela y mucho más,

fuiste amiga de verdad,

fuiste todo en esta vida,

todos lloran tu partida

sopla el viento, vete en paz.


Tu te fuiste con la gloria

pues Dios te vino a buscar

a ti te quiso llevar

porque sabe que tu canto

calma el duelo de los santos,

y alegra la eternidad.



Matías Costantini Reschia.


para mi abuela,

mi madre,

mi todo…

Edith María Tesone "Ñata".


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