(“El destino alguna vez formó
parte de mi pasado")
El destino me asecha con laberintos
y me fastidia con enredos de su mística.
Comienzo a indagar dentro de mí,
buscando en mi pasado bohemio
y en mis ayeres de melancolía.
Pero la confusión es notable:
“un presente con aires de torpeza
y un futuro que cierra sus manos”.
Y el destino se la rebusca sutilmente
y me presenta sus regados diarios.
Un tren que no me tomé,
un te amo que no dije,
un amor que no probé
y una pasión que me lastimó.
Estás son las ofrendas del destino:
“que marqué sin querer, o
que me marcó sin querer…”
(“el destino es ese surco
que no llego a comprender”)
Patricio Fierro .
No hay comentarios:
Publicar un comentario